
PRIMERA ETAPA: PERIODISMO IDEOLÓGICO (1805-1918
Introducción: tres etapas del periodismo
“Los Géneros periodísticos, tal como aparecen hoy a nuestros ojos, son el resultado de una lenta elaboración histórica que se encuentra íntimamente ligada a la evolución del mismo concepto de lo que se entiende por periodismo” (1).
Son tres etapas del periodismo moderno: periodismo ideológico, periodismo informativo, y periodismo de explicación.
“Esta clasificación, que responde a los últimos estudios de Prensa comparada realizados en el mundo, se funda en la consideración de los fines que en cada uno de estos tres períodos se han propuesto los profesionales de la información. Aunque estas tres etapas tienen un desarrollo sucesivo, en muchos casos, y como es obvio, tienen sus implicaciones. Hay tipos de Periodismo que persisten en la etapa siguiente, a pesar de que vaya cambiando la marcha general de la historia periodística”. (Ángel Benito, Teoría General de la Información: I, Introducción, Madrid, 1973, pág. 71).
La primera etapa, la del periodismo ideológico, dura en todo el mundo hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Es un periodismo doctrinal y moralizador, con ánimo proselitista al servicio de ideas políticas o religiosas; una Prensa opinante que responde a una etapa histórica de partidismos políticos y luchas ideológicas. Responde perfectamente, según A. Benito, a la etapa parlamentaria iniciada en pleno siglo XIX. Desde el punto de vista formal, se trata de una Prensa con muy pocas informaciones y muchos comentarios en los que predomina una cierta mentalidad de sermoneador… Es decir, en esta primera etapa del periodismo moderno se consolida definitivamente el género periodístico que los anglosajones denominan comment y que podemos traducir al castellano por comentario o artículo en sus diferentes variantes.
La segunda etapa es la del periodismo informativo. Aparece hacia 1870 como fenómeno definido y coexiste durante cierto tiempo con el periodismo de corte ideológico. Entre 1870 y 1914 va perfilándose primero en Inglaterra y después, incluso con mayor vigor, en Estados Unidos de América, un nuevo estilo periodístico que se apoya fundamentalmente en la narración o relato de hechos. Es la etapa que Georges Weill denomina “Edad de Oro de la Prensa” (Georges Weill, El diario, historia y funciones de la prensa periódica, México 1941, págs. 173-194).
“En el continente europeo la contienda ideológica de los partidos mantiene prácticamente hasta finales de la Primera Gran Guerra numerosos ejemplos residuales de la anterior Prensa de opinión. Pero a partir de 1920 l Prensa de información se impone en todo el mundo occidental. La progresiva tecnificación de la industria periodística tiene una importancia decisiva en este cambio. Esta línea de actuación se mantiene en líneas generales hasta el término de la Segunda Guerra Mundial. Pero al etapa dorada de este modo de hacer periodístico está entre 1920 y 1950, en que se puede constatar la progresiva desaparición de la Prensa ideológica o periodismo de opinión (J.L. Albertos, Fundamentos ideológicos, pág. 70. A. Benito, op cit., páginas 71-72. Dentro del periodismo informativo de esta etapa de incluirse prensa sensacionalista que representa, en último análisis, una exageración deformada de los principios inspiradores del periodismo informativo. Sobre los orígenes de la Prensa sensacionalista, vid. Francisco Bermesolo, El origen del periodismo amarillo. Madrid, 1962).
“Este periodismo informativo es básicamente un periodismo de hechos, no de comentarios. La modalidad literaria predominante es el relato de acontecimientos –lo que los anglosajones denominan story- con una gama de especialidades que dan origen a lo que nosotros denominamos géneros periodísticos informativos, a saber: la información, el reportaje y la crónica, con sus correspondientes variantes cada uno de ellos.
Junto a este tipo de prensa y a raíz de la paz de 1945, el periodismo ha ido revistiéndose de un nuevo carácter: la profundidad. Puede hablarse desde entonces de una nieva etapa en la historia del periodismo contemporáneo: la del periodismo de explicación. Frente a la Prensa popular –constituida fundamentalmente por periódicos sensacionalistas- surge como extraordinaria fuerza, especialmente a partir de los años 50, la Prensa de calidad que intenta realizar el llamado periodismo en profundidad. El periodismo de explicación utiliza equilibradamente ambos géneros básicos –el relato y el comentario-, pero situándolos en una nueva perspectiva mediante la cual el lector encuentra los juicios de valor situados de forma inmediata al lado de la narración objetiva de los hechos. En ocasiones los comentarios aparecen situados incluso dentro de la propia narración o relato, topográficamente diferenciados unos géneros de otros: stories y comments. Es digno de señalar el extraordinario auge que dentro de este concepto del periodismo tienen determinadas variantes del género reportaje, especialmente el denominado reportaje en profundidad. La crónica se perfila a su vez como un género marcadamente híbrido, a mitad de camino entre el relato objetivo de los hechos y el comentario valorativo que tales hechos merecen al periodista. (2)
Bibliografía y notas:
LIBRO: Redacción periodística, los estilos y los géneros en la prensa escrita, de José Luis Martínez Albertos, editorial ATE, España, 1974. pp 70-72.
1.- Martínez Albertos, José Luis, Redacción periodística, los estilos y los géneros en la prensa escrita, editorial ATE, España, 1974 pág. 70
2.- Martínez Albertos, José Luis, op cit., pág. 72
PERIODISMO IDEOLOGICO
En general el periodismo ideológico que nace en 1805 con EL DIARIO DE MÉXICO se prolongará hasta 1918.
•El diario de México 1805-1817
El primer periódico “diario”, nació en 1805 y fue bautizado precisamente “Diario de México”, dirigido por Jacobo Villaurrutia (en una etapa) y Carlos María de Bustamente (en otra etapa).
La características del Diario de México resultan asombrosas:
a)Misión clara y definida de su razón de ser.
b)Contenido y edición planificada
c)Sistema de distribución y circulación
d)Sistema de suscripciones
e)Protección de colaboradores
f)Estilo ameno
La misión era claramente informar, aunque el propósito por supuesto era formar ideas en torno a la independencia del país. Es cierto que en el primer editorial El Diario de México aceptó que “será muy justo y muy puesto en razón que siempre que demos motivo, nos carden bien la lana y zurren bien la badana”.. con lo cual aceptaban que los corrigieran, si es que alguna vez se equivocaban en los escritos. Además, reconocían: “y el que no quiera borrascas, no se meta a marinero”. El periodismo es un oficio de riesgo constante y de mucha pelea. Quien piense en un periodismo ideológico pacífico, estaría perdiendo el tiempo. El periodista ideológico tenía temple.
Los contenidos estaban organizados claramente en secciones. Se podía leer en El Diario de México: avisos religiosos, noticias de los tribunales (nota roja), adelantos de la ciencia y las artes, avisos comerciales: pérdidas, hallazgos, notas necrológicas, anuncios de diversiones públicas, artículos de varia lectura, etc.
La distribución y la circulación resultaba extraordinaria: El Diario de México instaló 23 estanquillos y buzones de reparto en la ciudad de México.
Las suscripciones por primera vez surgen en el periodismo mexicano. Una suscripción a seis meses costaba 14 reales y deberían darse por anticipado.
Los colaboradores, como sufrían represión inmediata por sus ideas, podían firmar con seudónimo. Esa era la manera de protegerlos. Como colaboradores de lujo aparecían: Don Andrés Quintana Roo, José María Lacunza y Fray Manuel de Navarrete.
El estilo de redacción era jocoso, muy alegre (sólo como ejemplo recuerden qué decían en su primer editorial), pero también adquirían una postura grave, a la hora de decir las cosas.
1807: José María Almanza funda el Diario Mercantil de Veracruz.
El 2 Enero de 1810 la Gazeta de Antonio Valdés se convierte en Gazeta del Gobierno concluyendo con el virreinato hasta el año de 1821. (Antecedentes de los medios de comunicación en México: periodismo http://medios.4t.com/custom.html )
Valdés es considerado como el periodista mejor dotado de la época colonial. (Antecedentes de los medios de comunicación en México: periodismo http://medios.4t.com/custom.html )
Durante 1809, los impresores necesitaban de una licencia o permiso ante la Junta de Censura para poder publicar libros, folletos o periódicos. Sin embargo, la creciente afición por la lectura de la vida novo hispana se fue extendiendo por el aumento del comercio de libreros. Además, se empezaron a organizar grupos culturales llamados “sociedades de amigos”, en donde se leían poemas y se discutían escritos y libros de la época. (El Periodismo Político en México.- Petra Mª Secanella. Ed. Prisma. P. 8. ).
Sinopsis
Características del periodismo Ideológico:
a)Es inductivo. Intenta que sus lectores caigan en las ideas que el periodista expone.
b)Es doctrinal. Busca que los lectores sean fieles a las ideas y las repitan y las defiendan incluso a riesgo de perder la vida (en realidad los periodistas ideológicos vivían en constante riesgo y muchísimos fueron asesinados por decir lo que pensaban).
c)Moralizador formador de conciencias
d)Tendencioso
e)Subvencionado
Los periodistas de la etapa ideológica:
•Los periodistas eran hombres de ideas, de letras, cultos y además luchadores sociales vigorosos. Todos los espacios los ocupaban con el objetivo de perfilar un espectro ideal del mundo que deseaban tener y que suponían era su obligación heredarlo a sus descendientes. La literatura se fundía con el incipiente periodismo. Las mejores plumas emprendían gozosos el papel de periodistas. Y eran respetados por ello, porque como sabían pensar y escribir, también lograban persuadir y convencer. Sí, los periodistas eran líderes, pensadores, simpatizadores de ideas o caudillos con ideas.
Las etapas del periodismo ideológico:
Las etapas que se desarrollaron en su seno, fueron: la insurgencia de nuestro país, la reforma, la dictadura, la revolución y pararon con la instauración de un sistema “institucional”
Los Géneros periodísticos empleados en esta etapa:
•Editorial, Columna, Crónica, Reportaje de partido, el cartón editorial (los mexicanos resultaron excelentes caricaturistas. Recuérdese a los hermanos Escalante, editores del periódico La Orquesta)...
Periódicos destacados por etapas:
Diario de México 1805, director: Jacobo villaurrutia. Colaboradores: A. Quintana Roo, Carlos Maria de Bustamante, José María Lacunza, Fray Manuel de Navarrete.
Gaceta, 1805 dirigida por Juan López Cancelada
Despertador Americano en Guadalajara, de 1811, dirigido por el Sacerdote Francisco Severo Maldonado. Colaboradores: Lopez Rayón y José Ángel de la Sierra.
El telégrafo de Guadalajara, de 1811-1813, dirigido por Francisco Severo Maldonado.
Siglo XIX y Monitor republicano, 1812.
El Imparcial 1896-1914, dirigido por Rafael Reyes Espíndola
Jose Fernandez de Lizardi es el primer periodista preso, en nuestro país.
Francisco Zarco, dirigió al Monitor republicano y al Siglo XIX, además es considerado el demócrata de México. Con él colaboraban: Ignacio Ramirez, Vicente Riva Palacio, Guillermo Prieto “Fidel”, Ricardo Flores Magón
•Dice Jesús Gómez Serrano que en Aguascalientes hubo dos revistas: la Gaceta imperial y El federalista... en 1821.
SEGUNDA ETAPA: PERIODISMO INFORMATIVO 1918-hasta nuestros días...
Como bien lo apuntaba el maestro José Luis Martínez Albertos, los periódicos han sufrido por lo menos tres grandes transformaciones: comenzaron siendo una exposición de sueños e ideas (etapa ideológica), evolucionaron a una fase de comercialización que algunos denominan también como “periodismo objetivo” (periodismo informativo) y de allí, de manera irregular y esporádica, están avanzando hacia una etapa de periodismo profundo, interpretativo (periodismo explicativo).
El periodismo informativo defiende la premisa de que el reportero debe reflejar la realidad con la objetividad de un espejo plano. No debe opinar ni interpretar, sólo decir lo que las fuentes de información autorizadas le dicen que diga, pues este periodismo informativo está convertido en la explotación de la necesidad masiva de información que tienen los “analfabetos sociales”. De Allí que la información se convierta en un negocio empresarial. Se llegó a esta conclusión después de observar que el periodismo ideológico no es negocio porque excluye abiertamente a quienes profesan distintas maneras de pensar. No así la información neutral.
El producto se llama información. El reportero es el obrero que la transporta, la deposita en los espacios y los diseñadores la empaquetan, según los requerimientos indicados por publicistas, mercadólogos y psicólogos del consumidor. El consumidor paga muy bien la noticia. El anunciante necesita viajar a través de los medios de mayor distribución, circulación y penetración de audiencias, por lo que paga el precio en la contratación de espacios y tiempos para promover sus productos o servicios, o bien sus ideas políticas (si se trata de partidos políticos como anunciantes), las que a propósito pagan hasta triple precio por difundir su propaganda.
Características: La nota escueta, la entrevista y el reportaje, en su acepción original, son los géneros que viven al amparo del periodismo noticioso, lo mismo que la crónica informativa, aunque ésta por lo general se asocia al cuadrante de la opinión, cuando se permite el análisis y la editorialización de lo que se narra.
El periodismo noticioso, en fin, es el primer paso para quien se inicia en la prensa, la radio y la televisión como profesional de los medios. El periodismo noticioso es ver, oír, contar... sin rodeos ni lenguajes floridos. Requiere una antena especial o un radar para ir tras lo último y más sobresaliente de la realidad, desentrañando los qué, quién, cuándo, y dónde de los hechos.
EL HOY Y EL AYER DEL REPORTERO*
“El reportero, más o menos como hoy lo conocemos, es un invento de la segunda mitad del siglo pasado. No de cuando los perros se amarraban con longaniza, sino de cuando los propietarios de los medios y los editores empezaban a descubrir que las inserciones pagadas no sólo podrían cubrir los costos de una publicación, sino convertir en prósperos abonados a sus dueños o principales accionistas.
“En esta prefiguración de lo que luego sería la industria periodística, el reportero estaba destinado a convertirse en el personaje de la acción y del éxito por excelencia. También en el testigo y hasta el cómplice de los hechos. Pero quiso la suerte que en muchos casos sólo alcanzara a ser el mandadero de toda información asequible. Y es que en realidad siempre hubo fuerzas más poderosas que su desamparada humanidad.
“No fue su culpa, por ejemplo, que uno de los ministros del dictador Santa Anna tuviera la gloriosa ocurrencia de comprar todos los boletos para la rifa del pollo, con el vil objeto de obsequiarlo al destinatario de sus preferencias. Es decir: de organizar y luego distribuir a su moda y conveniencia la información.
“Claro está que el reportero no le tocó –como hubiera podido esperarse- la gran rebanada del pastel, sino nada más las tristes migajas con las que en realidad nunca supo bien a bien qué hacer. Y es probable que la circunstancia en algún momento le haya avergonzado, pero el mal ya estaba hecho. El poder ya había descubierto la fórmula infalible para manipular la noticia. Y la industria editorial había hecho como que no se daba cuenta.
“Desde luego que hubo reticencias y forcejeos. Como siempre, hubo los tercos, los esperanzados, los ingenuos, los que por sistema llevan la contra… y hasta los idealistas. De modo que con muchas historias personales más o menos así, se hizo –y no hubo otro remedio- la abigarrada historia de nuestro periodismo.
“Y no es que con semejantes antecedentes forzosamente haya llegado hasta nosotros la figura maltrecha del reportero. Pero hay que aceptar al menos que no ha sido fácil el camino. Lo malo está en que la memoria, ya lo sabemos, suele ser olvidadiza. Y si antes no hubo libros ni maestros bastantes, ahora tampoco parece haberlos; y las escuelas de periodismo, que han proliferado en el último cuarto de siglo, parecen mucho más preocupadas por los asuntos complejos de las modernas ciencias de la comunicación.
“Y no es que esté ni se mire mal que los próximos profesionales de la comunicación se enfrasquen en los temas delicados y en las graves disyuntivas abiertas de par en par por los asuntos siempre engorrosos de la globalización; por el tránsito a la nueva revolución tecnológica; por el predominio de los medios sobre la psicología de las multitudes; por el papel protagónico de los análisis de mercado y el resultado de las encuestas que en todos los casos nos están diciendo, sin riesgo de equivocación, hacia donde camina el mundo.
“Que tiempos aquéllos, llega uno a pensar. Cuando el reportero se salía a la calle y lo hacía a la buena de Dios. A ver en dónde pepenaba la información, porque ni oficinas de prensa había. Y hasta las credenciales de periodista apenas estaban por inventarse.
“Y ese no era todo el asunto, porque en realidad el reportero era vista no nada más como un metiche e indiscreto, sino también como un auténtico enemigo no ya de las instituciones sino del funcionario en turno en persona (toda semejanza con algún reportero de la provincia no sólo es mera casualidad sino ganas de fastidiar al prójimo, que nada más se propone velar por nuestros destinos) y por tanto susceptible de merecer todas las penas, incluidas la cárcel y la jubilación forzosa. “Lo mandaron a calacas”, solía decir la gente.
“Pero no hay que creérselo a pie juntillas. Los buenos y esforzados reporteros en realidad siempre fueron unos pocos. Manuel Caballero, por ejemplo, fue empecinado reportero de la segunda mitad del siglo XIX. Ganó fama porque no le daba miedo ni lo vencía el cansancio a la hora de procurarse la información. Y porque escribiendo no había quién le ganara. Con el mismo alborozo escribía entrevistas, crónicas, o reportajes. Igual imitaba a los clásicos del idioma, que barajaba las palabras como si fuera cronista de sociales o Publisher gringo. No le pedía nada a nadie. Y que se sepa, así murió. Pero esos eran otros tiempos. Ya habrá oportunidad de rescatar su memoria”.
* Manuel Blanco, Hojas de la memoria periodística Pp 61-64, Fundación Manuel Buendía, México, 2000.
EL REPORTERO EN EL PERIODISMO TRADICIONAL INFORMATIVO
“¿Existe la objetividad? En su aspecto formal, sí. …Es la no expresión de puntos de vista personales por su parte del reportero. La nota (noticias) debe ser… clara, precisa y concisa. Sin adjetivos calificativos. Si es una declaración, ésta debe ir entrecomillada en sus partes medulares”.
“… La mayor parte de la información es tendenciosa –de acuerdo a la línea política del periódico-, o bien es vana, hueca, superficial. ¿Se cumple así con la norma de la objetividad? No. … muchos de los reporteros no tienen nada qué decir. (1)
“El reportero medio toma la línea del menor esfuerzo. El boletín de prensa ha atrofiado su sensibilidad reporteril… la autocensura es una hija bastarda de la objetividad, desmoralizan al reportero bisoño y le van cortando paulatinamente las alas. Otros no tienen alas, ni plumas. Sólo intereses. (2).
“Otros saben cómo reportear… pero se atoran en el momento de escribir. Desconocen el manejo del lenguaje, su vocabulario es pobre y acaban rescatados por los correctores de estilo” (3)
“Basta con que el reportero ponga los dedos sobre las teclas de la máquina para que en forma automática comiencen a alterarse los hechos. Y para ello no se requiere mentir. Hay una carga social subconsciente que se conecta en directo a las formas de expresión. Se puede decir lo mismo de diferentes maneras a partir del enfoque mismo de la noticia”. (4).
El reportero se ha convertido en un acarreador de información. Y debe sujetarse a la política editorial del periódico.
“El periódico, es una mercancía. Sus principales componentes son la información y la publicidad. Como producto destinado al mercado debe tener un control de calidad en la presentación y en el contenido.
“… En México el primer periódico con una estructura comercial fue El Imparcial. … La precisión se convirtió en la divisa del periodismo ortodoxo” (5).
“Las agencias internacionales de noticias establecían una escuela de periodismo modernos en la forma de redactar sus despachos… Había espíritu de competencia entre los reporteros. La lucha por obtener la nota de ocho columnas, la principal en el diario, se volvía obsesiva y en ocasiones, hasta enfermiza. … La audacia, la sagacidad y una libreta de teléfonos eran los principales elementos para que un buen reportero viera sus notas firmadas todos los días… Aún no aparecían los boletines de prensa. Si el reportero quería información tenía que salir a buscarla a la calle o conseguirla por teléfono”.
“… El periodismo tradicional comenzaba a perder espacios. El 22 de noviembre de 1963 el presidente Kennedy fue asesinado en Dallas. Lee Harvey Oswald, el presunto magnicida, fue acribillado por Jack Rubi cuando era sacado del recinto de policía escoltado por varios agentes.
“La escena fue captada por las cámaras de televisión y difundida en forma instantánea a todos los Estados Unidos y otros países que recibieron la señal, entre ellos México.
“En ese momento los periódicos comenzaron a perder terreno en lo que para ellos era su razón de existir; la noticia. El avance tecnológico de la electrónica anunciaba un cambio radical en el mundo de la información. Muchos periódicos no lo entendieron ni lo han entendido todavía. (6).
En Apuntes sobre información y comunicación, un libro publicado por el CEESTEM, José Baldivia nos dice que en la sociedad actual “la información cotidiana reviste la forma de una mercancía más y está dirigida a receptores anónimos cuyas necesidades no importan, provocando una serie de efectos negativos”. (7)
Al lector se le ha despertado una obsesión morbosa por las “novedades”, todo esto “degrada lo significante por el sensacionalismo y la repetición”… Puesto que lo pide el vulgo, escribo para el vulgo, decía Lope de Vega. … Los lectores están inmersos en una cultura chatarra.
Hay empresarios del periodismo y fungen como directores, pero contratan personal responsable, profesional, para hacer el periódico (8)
Cada periódico tiene su propio criterio para seleccionar las notas de primera plana. Influyen sus intereses, sus inclinaciones políticas o un criterio ideológico determinado. Esto no evita que muchas de las veces los periódicos salgan uniformados con la nota principal e inclusive la misma frase. … Si un reportero considera otro ángulo –y no estamos hablando de las notas sugeridas o recomendadas- como más noticioso, su nota quizás se vaya a interiores y entonces al día siguiente le reclamen sus jefes la nota publicada a ocho en el resto de los periódicos”. (9).
Los periódicos ofrecen veracidad, imparcialidad, objetividad, como mercancía; rifan bienes materiales entre suscriptores porque están interesados en una mayor número de ellos, pero en particular no les importan en lo específico. Los reporteros están obligados, en el apego a la imparcialidad, la objetividad a ser lógicamente apolíticos. Quienes tienen ese derecho únicamente son los dueños de los medios.
“Aquellos que mantienen su equilibrio en el fiel de la balanza, tampoco son imparciales. Están en esa posición porque les conviene. El reunir a colaboradores de diferentes tendencias en sus páginas editoriales, o publicar una nota en la que se conmemora el aniversario de la muerte de Lenin junto con otra en la que el Opus Dei conmemora su fundación, no es objetividad sino darle una mayor cobertura al periódico para atraer lectores de ambas tendencias” (10).
… Los reporteros… son simplemente empleados, artesanos u obreros calificados… inclusive hasta profesionales. Pero están ahí por un sueldo, no por una convicción y, mucho menos, por convertir su actividad en una cruzada a favor de esta o aquella causa” (11).
Declaracionitis: noticias por frases, no por hechos. Pirotecnia verbal.
“En los periódicos, en cada etapa de la vida política del país, hay una larga lista de opinadores de cabecera. Lo que digan ellos es importante. No otros… Qué papel juega el reportero en todo esto? El mérito sólo consiste en localizar al hombre y preguntarle su opinión sobre el tema del día en la información. Reportear es un verbo que quizás ha vuelto a sus orígenes gramaticales: recoger o conseguir un reporte. Ya no es un reportero sino un reporteador. Un acarreador de reportes. No quien busca, indaga, investiga, pregunta, sino alguien responsable de recoger declaraciones”. (12).
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Bibliografía y NOTAS: Alejandro Iñigo, “Periodismo literario”, ediciones Gernika, México, 1988.
1.- Iñigo, Alejandro, Periodismo literario, pp 16-17, Ediciones Gernika, México, 1988. 2.- Op. cit., pág. 17 3.- Op. cit., pág. 18 4.- Op. cit.- pág. 18 5.- Op. cit., pág. 20 6.- Op. cit., pág. 22 7.- citado por Iñigo Op. Cit., en pág. 24 8.- Op. cit., pág. 27 9.- Op. cit., pág. 30 10.- Op. cit., pág. 34 11.- Op. cit., pág. 35 12.- Op. cit., pág. 44
HISTORIA DEL PERIODISMO INFORMATIVO EN MEXICO
La historia del periodismo informativo en México puede inscribirse después de la aparición del periódico El Imparcial, un medio moderno y tecnológicamente abastecido por la dictadura de Porfirio Díaz, quien lo patrocinaba como una arma para golpear a los periódicos opositores a su régimen. Aunque la vida de El Imparcial tuvo períodos de fulguración y de sombras, su papel de medio informativo del poder data de 1896 y acaba en 1914, justo después de haber acabado con la prensa grande de oposición, como el Monitor Republicano y el Siglo XIX.
A Porfirio Díaz se atribuye el apoyo para la apertura de El Imparcial que fue entonces el periódico más moderno de México. Fundado en 1896 por Rafael Reyes Espíndola, El Imparcial tomó el modelo clásico de los periódicos estadunidenses con su definición de secciones, corresponsales en provincia y servicios noticiosos de la agencia Associated Press (AP), lo que le atrajo mayor número de lectores que lo hicieron su favorito ya que alcanzó tirajes de hasta 100 mil ejemplares. El Imparcial desplazó a los periódicos el Siglo XIX y El Monitor Republicano que hasta entonces, eran las publicaciones más consolidadas en el gusto del público. (Para mayor contexto consultese el sitio web: http://historiaperiodismo.tripod.com/id3.html)
El taller de El Imparcial contó con las primeras rotativas del país, así como los primeros linotipos, excelente infraestructura que le sirvió para publicar las revistas El Mundo y El Mundo Ilustrado.
Este diario que frecuentemente incluyó fotografías en su primera plana, desapareció en 1914. Es el punto de partida al periodismo moderno y empresarial de México, por ser el primero que incorporó en su estructura una bien organizada planta de reporteros y equipo de producción donde además, el trabajo eficiente de un departamento de publicidad, transformó el concepto de comercialización de espacios conocido hasta entonces.
Después del cierre de El Imparcial, el primero de octubre de 1916 el constitucionalista Félix F. Palavicini funda El Universal y el 18 de marzo de 1917 Rafael Alducín hace lo propio con Excélsior, destacados periódicos capitalinos que subsisten en la actualidad.
Un cuadro de la etapa del periodismo informativo, debe abarcar a los periódicos institucionales, dos de ellos aún vigentes en México.
Los diarios que componen la etapa del periodismo moderno mexicano
PERIODICOS AÑOS DIRECTOR
El Imparcial 1896-1914 Rafael Reyes Spíndola
El Universal 1º. Octubre de 1916 Felix Fulgencio Palavicini
Excélsior 18 de marzo de 1917 Rafael Alducín
La Prensa 29 de agosto de 1928 Pablo Langarica
El Nacional 19 de febrero de 1929 Basilio Badillo (PNR)
Novedades 1º. De septiembre de 1936 Ignacio P. Herrerías
El Día 1952 Patrocinado por López Mateos
Proceso (revista) 8 de septiembre de 1976 Julio Scherer García
Uno Más Uno 14 de noviembre de 1977 Manuel Becerra Acosta
El Financiero 15 de octubre de 1981 Rogelio Cárdenas Sarmiento
La Jornada 19 de septiembre de 1984 Carmen Lira Saade (actual directora)
Reforma 1993 Ramón Alberto Garza
Milenio El 1 de enero del año 2000 Jesús D. González
EL CONTEXTO DEL PERIODISMO INFORMATIVO
1.- El lector decide qué leer y qué tendencia seguir. No necesita la inducción del medio informativo. Aceptará noticias políticas, pero podrá descartarlas y emigrar hacia otro medio cuando así lo considere adecuado a sus intereses económicos e ideológicos.
2.- La información cuesta y quien la posee la tasa bien alto. El surgimiento de Agencias de noticias es una señal de lo anterior. Los periódicos evolucionan de empresas idealistas a la transformación en empresas productivas con una organización administrativa, tecnológica y de recursos humanos tan eficiente como cualquier fábrica de tornillos.
3.- Es un instrumento político. Los líderes usan la información a su favor para ejercer su poder. La idea de que el periodismo es un cuarto poder se le atribuye a una declaración malinterpretada que ofreció Edmund Burque al parlamento británico en 1635, pero aún así, se le ha dado cuerda para mantener elevado el ego de los reporteros (quienes a propósito, en la soledad de sus habitaciones, no son mas que parias sociales, engañados con pequeñas y ridículas canonjías).
4.- El medio informativo vende “noticias” y “publicidad” o “propaganda”. De allí que el rol protagónico no sea tanto el trabajo del periodista, sino el del vendedor de espacios. Los medios son unidades de producción publicitaria enfrentando seriamente y ganando la lucha de las posturas ideológicas que defienden los periodistas de cepa.
5.- El mercado objetivo es una masa consumidora de noticias, entretenimiento y diversión.
LAS CARACTERISTICAS DEL PERIODISMO INFORMATIVO
1.- Comunicar noticias. No hacerlas ni evaluarlas. La neutralidad se entiende como describir hechos. Los juicios y las opiniones del reportero se dejan fuera.
2.- Vender objetividad: neutralidad, imparcialidad, veracidad. (El reportero no hace ni evalúa las noticias, solamente las recoge, ordena los datos y las presenta con la mayor asepsia posible, el director decide que se publica y qué no, según sus conocimientos mercadológicos y políticos).
3.- Los contenidos del producto informativo custodian y promueven la conservación de los equilibrios sociales. Se puede dejar de decir una verdad o relatar una noticia, si se considera que comunicarla afecta el statu quo.
4.- El reportero atiende sólo lo que dice la fuente autorizada. Investigar más allá, entre fuentes sin rol y estatus reconocido socialmente, puede orillar a la subjetividad y a la desautorización oficial.
5.- El reportero tiene como motor laboral conquistar las primicias, ser el primero en la obtención de las noticias de ocho columnas en la plana del diario. Sin embargo, la cantidad de información espectacular es abandonada al día siguiente por la nueva noticia, por lo que se provoca una desinformación paradójica: se tiene mayor cantidad de noticias de alto impacto, pero éstas se olvidan conforme emergen diariamente las nuevas grandes noticias.
6.- Los propietarios anteponen la inversión tecnológica para mantener la vanguardia en cuanto a calidad del producto y sostenerlo competitivo en el mercado.
7.- La noticia policíaca, de espectáculos, de entretenimiento y la información, son básicamente los contenidos preferidos para llenar las páginas.
8.- Adquiere mayor relevancia el empleo y la difusión de “boletines”, “gacetillas” que son recursos utilizados por las élites del poder para mantener una imagen favorable de sí mismas ante la sociedad
LOS OBJETIVOS DEL PERIODISMO INFORMATIVO
1.- Informar El poder de la noticia para establecer y modificar la agenda de gobiernos Función social Género periodístico utilizado: la noticia, la entrevista, el reportaje de hechos.
2.- Publicitar La información es una mercancía que permite la inserción de anuncios y propaganda Función empresarial: calidad, cantidad, formato y diseño, penetración de mercados Géneros periodísticos: los mismos, pero con un estilo preferido por la masa
3.- Controlar El medio es un instrumento político a favor de los líderes y sus élites Expresar las decisiones tomadas desde la cúpula Agendar la opinión pública a partir de las estrategias cupulares.
4.- Divertir La liberación de presión social Función social Géneros periodísticos: columnas de Espectáculos, nota roja, deportes, caricaturas, historietas
5.- Adoctrinar La promoción ideológica Función de consumismo, arraigamiento del capitalismo liberal Géneros periodísticos: el artículo editorial o de fondo a favor de la sociedad de mercado y la propiedad privada
6.- Cultivar Promover valores Función de creatividad artística y religiosa Géneros periodísticos y literarios: suplementos literarios, crónicas religiosas, debates y mesas de discusión.
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La transición de un periodismo ideológico hacia un periodismo informativo ha creado rupturas y tensiones entre el quehacer del periodista y el nuevo papel del administrador de medios informativos. La manera en como chocan estos paradigmas entre ambos roles puede involucrar igual a reporteros, editores, periodistas y empresarios.
Los periodistas se ven sometidos en esta etapa del periodismo a condiciones de chantaje y presión, mediante acciones de poder como las que siguen.
CONDICIONES A LAS QUE SE SOMETEN LOS REPORTEROS INFORMATIVOS:
1.- Un reportero se somete a la evolución hacia la política y después o paralelamente a la creación de empresas.
2.- Volverse receptor de apoyos financieros estatales o federales para fundación de nuevos medios o para rescatar de la quiebra algunos existentes.
3.- Ser el cliente de subsidios discriminados en electricidad, trato con el IMSS, Hacienda, etc.
4.- Obtener publicidad estatal discrecionalmente en beneficio del medio en el que se desempeña o del cual es propietario.
5.- Convertirse en Proveedor de servicios especiales con instituciones políticas y gubernamentales
6.- Estar en la nómina con una asignación de sueldo mensual ya sea como asesor, comunicador o agente de prensa.
7.- Someterse a la mayor cantidad de comisiones personales en su medio a cambio de la colocación de espacios publicitarios.
8.- Recibir gratificaciones sexenales, trianuales por su destacada cobertura informativa de las fuentes a las que está asignado.
9.- Merecedor de otorgamiento de concesiones, permisos y contratos etc.
Para algunos, quizá estas presiones que provienen desde las cúpulas del poder, en realidad sean objetivos y metas personales dentro del terreno periodístico. Para otros, en cambio, pueden ser verdaderas trampas que impiden ejercer con ética un trabajo de periodismo profesional.
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Bibliografía:
José Luis Esquivel Hernández, Periodismo Noticioso en 10 lecciones, editorial Árbor, Universidad Autónoma de Nuevo León.